Hoy estaremos
hablando de los cuidados que debemos tener con nuestra planta de
Lavanda que pertenece a la familia de las Lamiáceas y que contiene
una gran cantidad de especies.
La Lavanda es muy
conocida como suele ocurrir en cada país, región o zona local por
algún nombre propio común en el cual por ejemplo el Cantueso es
bastante renombrado en muchos lugares.
Esta planta es un
arbusto perenne, de porte silvestre, que entona con los jardines
campestres, y actualmente con nuevos estilos también vintage o en
bordillos o las llamadas islas.
Es una planta de
apariencia rustica, con una fragancia inconfundible, de allí
catalogada como planta aromática. muy utilizada para crear
ahuyentadores de insectos como a su vez para perfumar sectores de la
vivienda.
Inclusive mucha gente realiza saquitos con restos de poda
seca de esta planta para colocar en rincones de la vivienda y
contagiar con su aroma tan característico.
Este arbusto perenne
suele crecer hasta 1,5mts, donde sus hojas lo visten desde el suelo
con tallos verdes compactos, lanceolados de color verde intenso y con
sus flores agrupadas en largas espigas creando una inflorescencia
amplia de color violeta.
Esta planta es muy
representativa en los jardines mediterráneos, por su clima seco,
poco lluvioso, lo cual es muy aconsejable porque es ideal para climas
con sequía, es aconsejable que siempre debe estar ubicada al sol, de esta manera tendrá
un crecimiento optimo y a su vez evitaremos la aparición de hongos.
Soporta suelos
pobres pero que no sean arcillosos, ya que si lloviese sus raíces
son frágiles a pudrirse, de allí que crezcan en laderas de montañas
con suelos rocosos, donde el agua circula y el suelo lava y absorbe
el sobrante de agua, es por eso que el espacio ideal si estuviese en un jardín plantada, lo ideal es que estuviese en un lugar donde el agua escurra y sea una zona alta donde el agua no tenga la facilidad de encharcarse en ese espacio.
Es una planta que no
solemos abonar, a lo sumo previamente a la llegada de la floración
ya que sino suele alterar el ph, como a su vez también pudiera perder la floración
y aroma tan característica.
Los riegos deben ser
paulatinos, breves y espaciados esperando que el suelo se encuentre
seco, ya que no tolera para nada los suelos húmedos y menos los
encharcados, aunque deberemos prestar mas atención en época de
crecimiento.
Las podas deben ser
de mantenimiento, normalmente un tercio del tamaño, lo cual
permitirá estimular el crecimiento nuevo de ramas, siempre luego de
la floración, al comienzo de la primavera o al comenzar el otoño
para poder dar formas a un crecimiento que pudiera haberse extendido
durante el verano.
Si la planta la
tuvieses en maceta evita colocarla en las plásticas, ya que estas
suelen contener por mayor tiempo la humedad y el agua en su interior,
son muy recomendadas las de terracotas o material donde el agua se
vea absorbida.
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