domingo, 11 de junio de 2017

Cuidado y mantenimiento de nuestras coníferas


Hoy queremos hablar de los cuidados que debemos tener para el mantenimiento, cuidado y protección de nuestras coníferas de jardín.
Dentro de ellas nos encontramos con Abeto, Pino, Araucaria, Ciprés, Cedros, Junisperos, Alerces, Sequoia, Picea, Tejo, Tuya, etc, en fin seis familias Pinaceae, Cupressaceae, Cephalotaxaceae, Taxodiaceae, Araucariaceae, Podocarpaceae.
Pero en este post lo que buscamos es en ayudarte a tomar las precauciones y hábitos necesarios para mantener con buena salud tus coníferas.
Uno de los mayores inconvenientes que nos podemos encontrar en este tipo de arboles ya sea teniéndolo plantado en suelo o en macetas será su ubicación y el drenaje que tenga la planta, es por ello que la abundancia o el riego seguido y la oscuridad son dos factores que proliferan los hongos en ellas.
Si bien son especies muy nobles, pero cuando llevan poco tiempo de plantación o estar controladas en macetas por ejemplo, debemos tener ciertos recaudos que nos permitirán cuidar de ellas.
Si la planta se encuentra en suelo, en un jardín por ejemplo que tenemos un riego controlado ya sea por manguera o riego por aspersor, debemos saber que se originan aquí un cuidado mayor porque el césped requiere de un numero importante de riego durante los días cosa que nuestras coníferas no lo lleva, es por ello que determinadas plagas y hongos que nos encontramos en ella suele darse en condiciones en donde o reciben mucho riego por demás o los suelos no están bien drenados.
Por eso mismo debemos saber orientar el riego para que nuestras coníferas reciban el riego permitido y no por demás como suele darse con otras plantas o césped ya sea por aspersor o manual.
Las precauciones deben tomarse entrando a la primavera sobre todo cuando en muchas veces las condiciones de nuestros jardines son propicios para la aparición de estos hongos.
Al empezar la primavera el jardín esta cargado de la humedad del invierno y esto sumado al calor que va recibiendo y los riegos, hace que se prolifere estos hongos en nuestras plantas.
La fitóftora muy también conocida como la enfermedad de setos o el amarronamiento de las coníferas hace que el hongo penetre en las raíces absorbentes encargadas de nutrir a la planta, este amarronamiento presenta un secado en las ramas ascendiendo desde el tronco y subiendo hasta la punta de la conífera.
Para la gente no muy entendida estos síntomas suelen confundirse con la falta de riego o piensan que la planta requiere y necesita mayor riego, el encharcamiento sumado quizá al no control del drenaje de la tierra y al aumento de las temperaturas logran una humedad donde se dan las condiciones perfectas para que estos hongos aumenten y progresen con el problema. El hongo, al controlar las raíces que alimentan a la planta en sí con sus nutrientes, hace que bloquee el paso de estos lo que lleva a la muerte de la planta sino logramos erradicar el problema.
Por estos motivos es conveniente tomar precauciones ante la llegada de la primavera, durante ella y en verano también. Otras precauciones es que tengan una correcta ventilación y por sobre todas las cosas estas plantas requieren de sol para tener una vida noble.
Debemos tener en cuenta que la prevención es muy importante ya que tolera muy mal el problema una vez enferma la planta de conífera, es por ello que el control y prevención es un factor muy bueno para evitar esta enfermedad.
Para estos tipos de problema, debemos utilizar un fungicida capaz de prevenir, el oxicloruro de cobre, ferratos, acompañados de azufre en pocas cantidades dependiendo de las proporciones a utilizar, o productos caseros y orgánicos, el jabón de potasa, aceite de parafina, la leche también actúa muy bien contra estas plagas, etc, son buenas herramientas para prevenir el ataque de hongos.
Si por algún motivo no controlaras el problema y la planta muere, es recomendable quitarla de raíz y quitar una medida igual de tierra al diámetro de la planta, renovando con ello la tierra en el lugar. Evita en ese lugar plantar plantas sensibles ya que este hongo suelen permanecer mucho tiempo.
En macetas, asegurate que tenga una buena salida del riego y utilizar un sustrato adecuado y bien drenado como a su vez ir renovando la maceta si esta quedara pequeña.
Los riegos deben darse cuando veamos la tierra totalmente seca, evita macetas plásticas para este tipo de plantas, ya que estas resecan las raíces por el recalentamiento del material en mayor proporción, lo que te permitirá tener un mayor control acerca del riego.
Por ultimo un repaso de lo dicho, la prevención es lo mas importante sobre todo para estas especies que una vez ocasionado el daño es muy difícil remediarlo, por consiguiente tener en cuenta la luminosidad que requiere, riegos y drenaje en maceta y sustrato, así y todo el uso de fungicidas que protejan nuestras plantas juegan un factor muy importante en el mantenimiento de ella. 



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