Hoy queremos hablar
de los cuidados que debemos tener para el mantenimiento, cuidado y
protección de nuestras coníferas de jardín.
Dentro de ellas nos
encontramos con Abeto, Pino, Araucaria, Ciprés, Cedros, Junisperos, Alerces, Sequoia, Picea, Tejo, Tuya, etc, en fin seis
familias Pinaceae, Cupressaceae, Cephalotaxaceae, Taxodiaceae,
Araucariaceae, Podocarpaceae.
Pero en este post lo
que buscamos es en ayudarte a tomar las precauciones y hábitos
necesarios para mantener con buena salud tus coníferas.
Uno de los mayores
inconvenientes que nos podemos encontrar en este tipo de arboles ya
sea teniéndolo plantado en suelo o en macetas será su ubicación y
el drenaje que tenga la planta, es por ello que la abundancia o el
riego seguido y la oscuridad son dos factores que proliferan los
hongos en ellas.
Si bien son especies
muy nobles, pero cuando llevan poco tiempo de plantación o estar
controladas en macetas por ejemplo, debemos tener ciertos recaudos
que nos permitirán cuidar de ellas.
Si la planta se
encuentra en suelo, en un jardín por ejemplo que tenemos un riego
controlado ya sea por manguera o riego por aspersor, debemos saber
que se originan aquí un cuidado mayor porque el césped requiere de
un numero importante de riego durante los días cosa que nuestras
coníferas no lo lleva, es por ello que determinadas plagas y hongos
que nos encontramos en ella suele darse en condiciones en donde o
reciben mucho riego por demás o los suelos no están bien drenados.
Por eso mismo
debemos saber orientar el riego para que nuestras coníferas reciban
el riego permitido y no por demás como suele darse con otras plantas
o césped ya sea por aspersor o manual.
Las precauciones
deben tomarse entrando a la primavera sobre todo cuando en muchas
veces las condiciones de nuestros jardines son propicios para la
aparición de estos hongos.
Al empezar la
primavera el jardín esta cargado de la humedad del invierno y esto
sumado al calor que va recibiendo y los riegos, hace que se prolifere
estos hongos en nuestras plantas.
La fitóftora muy
también conocida como la enfermedad de setos o el amarronamiento de
las coníferas hace que el hongo penetre en las raíces absorbentes
encargadas de nutrir a la planta, este amarronamiento presenta un
secado en las ramas ascendiendo desde el tronco y subiendo hasta la
punta de la conífera.
Para la gente no muy
entendida estos síntomas suelen confundirse con la falta de riego o
piensan que la planta requiere y necesita mayor riego, el
encharcamiento sumado quizá al no control del drenaje de la tierra y
al aumento de las temperaturas logran una humedad donde se dan las
condiciones perfectas para que estos hongos aumenten y progresen con
el problema. El hongo, al controlar las raíces que alimentan a la
planta en sí con sus nutrientes, hace que bloquee el paso de estos
lo que lleva a la muerte de la planta sino logramos erradicar el
problema.
Por estos motivos es
conveniente tomar precauciones ante la llegada de la primavera,
durante ella y en verano también. Otras precauciones es que tengan
una correcta ventilación y por sobre todas las cosas estas plantas
requieren de sol para tener una vida noble.
Debemos tener en
cuenta que la prevención es muy importante ya que tolera muy mal el
problema una vez enferma la planta de conífera, es por ello que el
control y prevención es un factor muy bueno para evitar esta
enfermedad.
Para estos tipos de
problema, debemos utilizar un fungicida capaz de prevenir, el
oxicloruro de cobre, ferratos, acompañados de azufre en pocas
cantidades dependiendo de las proporciones a utilizar, o productos
caseros y orgánicos, el jabón de potasa, aceite de parafina, la
leche también actúa muy bien contra estas plagas, etc, son buenas
herramientas para prevenir el ataque de hongos.
Si por algún motivo
no controlaras el problema y la planta muere, es recomendable
quitarla de raíz y quitar una medida igual de tierra al diámetro de
la planta, renovando con ello la tierra en el lugar. Evita en ese
lugar plantar plantas sensibles ya que este hongo suelen permanecer
mucho tiempo.
En macetas,
asegurate que tenga una buena salida del riego y utilizar un sustrato
adecuado y bien drenado como a su vez ir renovando la maceta si esta
quedara pequeña.
Los riegos deben
darse cuando veamos la tierra totalmente seca, evita macetas
plásticas para este tipo de plantas, ya que estas resecan las raíces
por el recalentamiento del material en mayor proporción, lo que te
permitirá tener un mayor control acerca del riego.
Por ultimo un repaso
de lo dicho, la prevención es lo mas importante sobre todo para
estas especies que una vez ocasionado el daño es muy difícil
remediarlo, por consiguiente tener en cuenta la luminosidad que
requiere, riegos y drenaje en maceta y sustrato, así y todo el uso
de fungicidas que protejan nuestras plantas juegan un factor muy
importante en el mantenimiento de ella.
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